En
primer lugar, he seleccionado la actividad 2 de la asignatura
Metodología de ELE: destrezas, actividades y técnicas. Se
trata de una actividad individual en la que se aplican los contenidos
del módulo 2 de la asignatura mediante la observación y el
análisis de la gestión del aula en la grabación de una fase de una
clase de ELE, centrando la atención en la posición del docente
y su comunicación no verbal. Esta elección se ha fundamentado en
la importancia que, en mi opinión, tiene la observación de
compañeros para tomar conciencia de qué aspectos de nuestra
práctica conviene mejorar. Sobre todo me llevó a reflexionar sobre
la necesidad de estar plenamente presentes mientras se ejerce la
práctica educativa, ya que la manera en que interactuamos puede
tener consecuencias importantes para el aprendizaje del estudiante.
Por otra parte, la actividad me ayudó a interiorizar conceptos como
el de interacción genuina, el de discurso en el aula, el de eco, el
de tiempo de espera y los de THP y THA. Asimismo, sirvió para
ampliar mis conocimientos sobre aprendizaje cooperativo, lenguaje no
verbal y la efectividad de los diferentes tipos de preguntas que
hacemos en clase.
Vídeo analizado
Metodología
de ELE: destrezas, actividades y técnicas. Actividad
2: Observación y análisis
de la gestión del aula
En
esta fase de una clase de ELE, los estudiantes llevan a cabo un
brainstorming o tormenta de ideas, actividad
prototípica del Aprendizaje Cooperativo o AC (Cassany 2009:18)
como preparación para una tarea de comprensión auditiva posterior.
Al
inicio de la sesión, la profesora lleva unas gafas enormes que le
sirven para contextualizar el tema de la audición, los años
sesenta. A pesar de que el uso de complementos llamativos en el aula
no es recomendable ya que pueden desviar la atención de los
aprendientes (Albadalejo 2008), en este caso es parte del mensaje y
es adecuado. Por otro lado, se trata también de un elemento que,
junto a la gestualidad de la profesora, añade humor a la situación
y contribuye a la creación de un ambiente cómodo y relajado. En el
marco del AC esto favorece interacciones más satisfactorias y mayor
implicación personal de los aprendientes en la clase (Cassany 2009).
La
profesora no se sienta en ningún momento, en parte puede que por el
escaso mobiliario, en parte por las características de su actividad.
Al principio, permanece en pie entre el grupo clase y la pizarra
porque con la información que elicita de los estudiantes va
dibujando un mapa mental con el vocabulario y los conceptos que les
servirán para realizar la tarea de comprensión auditiva posterior.
Esta posición le permite tener contacto visual con todos los
estudiantes y suscitar el vocabulario necesario mediante preguntas
principalmente didácticas (“¿Cómo se llama...?”) o
convergentes (“Y en música, ¿qué otros grupos?”). A mismo
tiempo, les ayuda mediante mímica, gesticulación o pronunciando la
primera sílaba de la palabra en cuestión. Sin embargo, se produce
el fenómeno del eco, aunque la profesora casi siempre añade una
expresión de reconocimiento después (“muy bien”), lo que puede
tener un efecto positivo en la confianza de los estudiantes.
Su
escucha es generalmente activa. En principio mira y se dirige a todo
el grupo clase pero parece que no da mucho tiempo de espera a las
respuesta y a veces recurre a los alumnos más extrovertidos o
avanzados para obtener la información. Da la sensación que las
alumnas asiáticas participan menos en esta fase abierta, lo que
podría no ser extraño en este tipo de alumnos de una cultura
educativa aparentemente menos participativa y más centrada en los
exámenes que la de los occidentales (Sánchez Griñan 2009). Sin
embargo, hay alguna tímida participación de estas alumnas que ella
parece pasar por alto, quizás más atenta a los más rápidos en
intervenir.
Después
da las instrucciones para la realización de la primera actividad de
comprensión, en la que los alumnos han de completar una tabla con
tres grupos de palabras oídas durante la audición. Continúa
delante del grupo clase y se asegura que tiene la atención de todos
dirigiendo la mirada a cada uno de los estudiantes. Al mismo tiempo,
ejemplifica con sus gestos lo que los estudiantes deben hacer. Sin
embargo, no comprueba que los estudiantes han comprendido las
instrucciones, lo que hace que uno de ellos no proceda adecuadamente.
La profesora le llama la atención repitiendo su nombre con un tono
de voz reprobatorio y adoptando una postura más autoritaria, recta,
y mirándolo fijamente hasta que el estudiante actúa como los demás.
Después
se pasa a la audición. Sigue de pie pero ya no ocupa el frente de
la clase y se sitúa ligeramente a la derecha, desde donde permanece
atenta a lo que cada estudiante hace durante el ejercicio. Parece
como si cediera el protagonismo al mapa mental de la pizarra, que
puede servir de ayuda en la realización de la actividad. Acto
seguido, divide la clase en parejas ayudándose de gestos (acercando
las palmas de la manos mientra se dirige a cada pareja) para que
discutan los resultados del trabajo individual. Unos estudiante
parecen quejarse pero ella se acerca y los anima con un tono de voz
comprensivo (minuto 9:26).
En
general, la profesora usa bastantes gestos durante toda la sesión.
Con ellos se hace entender en las instrucciones, como cuando se lleva
la mano al oído para indicar que se hará una audición; organiza
las dinámicas, poniendo los alumnos en parejas; ayuda a los alumnos
a activar sus conocimientos previos de vocabulario mediante la mímica
para palabras como manifestación
y barricada
o señalándose el flequillo y los pantalones; pide información al
grupo o a individuos, crea buen ambiente, etc. Su expresión es
bastante agradable y transmite alegría y buen humor sin ser
infantil. Su lenguaje corporal va también en esta línea. No se
oculta cruzando brazos o piernas y está siempre disponible para los
alumnos, a los que se acerca o hacia quienes se inclina si tienen
alguna pregunta o duda. Igualmente, su lenguaje no verbal parece
bastante respetuoso aunque quizás haya algo de dureza en el que
dedica al alumno que no había entendido las instrucciones o cierto
tono irónico cuando otro habla de Marylin Monroe durante la tormenta
de ideas. Pero se diría que globalmente apoyan la mejor recepción
del mensaje por parte de los alumnos y ayudan a crear un buen
ambiente, si bien es cierto que se percibe un cierto apresuramiento,
como demuestra el hecho de que no dé demasiado tiempo de espera o
que anime a todos y cada uno de los estudiantes a aportar.
Bibliografía
ALBADALEJO,
M. (2008). La comunicación no
verbal en el aula. Padres y maestros, nº 314, pp. 9-13.
Canal de FormacionELEonline (20/2/2012). Estrategias de lectura y escucha. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=sLmyW9QUaYw
Canal de FormacionELEonline (20/2/2012). Estrategias de lectura y escucha. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=sLmyW9QUaYw
CASSANY,
D. (2009).
La cooperación en ELE: De la teoría a la práctica. Tinkuy.
Boletín de Investigación y Debate 11, 7-29.
Montréal: Université de Montréal. Recuperado de
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3303819.pdf
SANCHEZ
GRIÑÁN, A. Estrategias de
aprendizaje de alumnos chinos de español. Suplementos marcoELE, nº
8, 2009. [fecha de consulta: 14 julio 2016]. disponible en:
http://marcoele.com/descargas/china/sanchez-grinan_estrategias.pdf
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