martes, 29 de noviembre de 2016

Muestra 1

En primer lugar, he seleccionado la actividad 2 de la asignatura Metodología de ELE: destrezas, actividades y técnicas. Se trata de una actividad individual en la que se aplican los contenidos del módulo 2 de la asignatura mediante la observación y el análisis de la gestión del aula en la grabación de una fase de una clase de ELE, centrando la atención en la posición del docente y su comunicación no verbal. Esta elección se ha fundamentado en la importancia que, en mi opinión, tiene la observación de compañeros para tomar conciencia de qué aspectos de nuestra práctica conviene mejorar. Sobre todo me llevó a reflexionar sobre la necesidad de estar plenamente presentes mientras se ejerce la práctica educativa, ya que la manera en que interactuamos puede tener consecuencias importantes para el aprendizaje del estudiante. Por otra parte, la actividad me ayudó a interiorizar conceptos como el de interacción genuina, el de discurso en el aula, el de eco, el de tiempo de espera y los de THP y THA. Asimismo, sirvió para ampliar mis conocimientos sobre aprendizaje cooperativo, lenguaje no verbal y la efectividad de los diferentes tipos de preguntas que hacemos en clase.


Vídeo analizado  



Metodología de ELE: destrezas, actividades y técnicas. Actividad 2: Observación y análisis de la gestión del aula

En esta fase de una clase de ELE, los estudiantes llevan a cabo un brainstorming o tormenta de ideas, actividad prototípica del Aprendizaje Cooperativo o AC (Cassany 2009:18) como preparación para una tarea de comprensión auditiva posterior.

Al inicio de la sesión, la profesora lleva unas gafas enormes que le sirven para contextualizar el tema de la audición, los años sesenta. A pesar de que el uso de complementos llamativos en el aula no es recomendable ya que pueden desviar la atención de los aprendientes (Albadalejo 2008), en este caso es parte del mensaje y es adecuado. Por otro lado, se trata también de un elemento que, junto a la gestualidad de la profesora, añade humor a la situación y contribuye a la creación de un ambiente cómodo y relajado. En el marco del AC esto favorece interacciones más satisfactorias y mayor implicación personal de los aprendientes en la clase (Cassany 2009).

La profesora no se sienta en ningún momento, en parte puede que por el escaso mobiliario, en parte por las características de su actividad. Al principio, permanece en pie entre el grupo clase y la pizarra porque con la información que elicita de los estudiantes va dibujando un mapa mental con el vocabulario y los conceptos que les servirán para realizar la tarea de comprensión auditiva posterior. Esta posición le permite tener contacto visual con todos los estudiantes y suscitar el vocabulario necesario mediante preguntas principalmente didácticas (“¿Cómo se llama...?”) o convergentes (“Y en música, ¿qué otros grupos?”). A mismo tiempo, les ayuda mediante mímica, gesticulación o pronunciando la primera sílaba de la palabra en cuestión. Sin embargo, se produce el fenómeno del eco, aunque la profesora casi siempre añade una expresión de reconocimiento después (“muy bien”), lo que puede tener un efecto positivo en la confianza de los estudiantes.

Su escucha es generalmente activa. En principio mira y se dirige a todo el grupo clase pero parece que no da mucho tiempo de espera a las respuesta y a veces recurre a los alumnos más extrovertidos o avanzados para obtener la información. Da la sensación que las alumnas asiáticas participan menos en esta fase abierta, lo que podría no ser extraño en este tipo de alumnos de una cultura educativa aparentemente menos participativa y más centrada en los exámenes que la de los occidentales (Sánchez Griñan 2009). Sin embargo, hay alguna tímida participación de estas alumnas que ella parece pasar por alto, quizás más atenta a los más rápidos en intervenir.

Después da las instrucciones para la realización de la primera actividad de comprensión, en la que los alumnos han de completar una tabla con tres grupos de palabras oídas durante la audición. Continúa delante del grupo clase y se asegura que tiene la atención de todos dirigiendo la mirada a cada uno de los estudiantes. Al mismo tiempo, ejemplifica con sus gestos lo que los estudiantes deben hacer. Sin embargo, no comprueba que los estudiantes han comprendido las instrucciones, lo que hace que uno de ellos no proceda adecuadamente. La profesora le llama la atención repitiendo su nombre con un tono de voz reprobatorio y adoptando una postura más autoritaria, recta, y mirándolo fijamente hasta que el estudiante actúa como los demás.

Después se pasa a la audición. Sigue de pie pero ya no ocupa el frente de la clase y se sitúa ligeramente a la derecha, desde donde permanece atenta a lo que cada estudiante hace durante el ejercicio. Parece como si cediera el protagonismo al mapa mental de la pizarra, que puede servir de ayuda en la realización de la actividad. Acto seguido, divide la clase en parejas ayudándose de gestos (acercando las palmas de la manos mientra se dirige a cada pareja) para que discutan los resultados del trabajo individual. Unos estudiante parecen quejarse pero ella se acerca y los anima con un tono de voz comprensivo (minuto 9:26).


En general, la profesora usa bastantes gestos durante toda la sesión. Con ellos se hace entender en las instrucciones, como cuando se lleva la mano al oído para indicar que se hará una audición; organiza las dinámicas, poniendo los alumnos en parejas; ayuda a los alumnos a activar sus conocimientos previos de vocabulario mediante la mímica para palabras como manifestación y barricada o señalándose el flequillo y los pantalones; pide información al grupo o a individuos, crea buen ambiente, etc. Su expresión es bastante agradable y transmite alegría y buen humor sin ser infantil. Su lenguaje corporal va también en esta línea. No se oculta cruzando brazos o piernas y está siempre disponible para los alumnos, a los que se acerca o hacia quienes se inclina si tienen alguna pregunta o duda. Igualmente, su lenguaje no verbal parece bastante respetuoso aunque quizás haya algo de dureza en el que dedica al alumno que no había entendido las instrucciones o cierto tono irónico cuando otro habla de Marylin Monroe durante la tormenta de ideas. Pero se diría que globalmente apoyan la mejor recepción del mensaje por parte de los alumnos y ayudan a crear un buen ambiente, si bien es cierto que se percibe un cierto apresuramiento, como demuestra el hecho de que no dé demasiado tiempo de espera o que anime a todos y cada uno de los estudiantes a aportar.  



Bibliografía

ALBADALEJO, M. (2008). La comunicación no verbal en el aula. Padres y maestros, nº 314, pp. 9-13.
Canal de FormacionELEonline (20/2/2012). Estrategias de lectura y escucha.  Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=sLmyW9QUaYw 
CASSANY, D. (2009). La cooperación en ELE: De la teoría a la práctica. Tinkuy. Boletín de Investigación y Debate 11, 7-29. Montréal: Université de Montréal. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3303819.pdf
SANCHEZ GRIÑÁN, A. Estrategias de aprendizaje de alumnos chinos de español. Suplementos marcoELE, nº 8, 2009. [fecha de consulta: 14 julio 2016]. disponible en: http://marcoele.com/descargas/china/sanchez-grinan_estrategias.pdf

 

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